Hoy estaba leyendo El infinito en un junco (de Irene Vallejo) que narra la historia de los libros, y al citar el cuento de Borges de La biblioteca de Babel, me ha dado por pensar cómo hubiera escrito Borges este maravilloso cuento en tiempos de IA.
Para aquellos que no lo conozcan el cuento original comienza así:
El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales con vastos pozos de ventilación en el medio cercados por barandas bajísimas.
…
A cada uno de los muros de cada hexágono corresponden cinco anaqueles; cada anaquel encierra treinta y dos libros de formato uniforme; cada libro es de cuatrocientas diez páginas…
…
De estas premisas incontrovertibles se dedujo que la biblioteca es total y que sus anaqueles contienen todas las posibles combinaciones de los 25 símbolos ortográficos (número, aunque vastísimo, no infinito) o sea todo lo que es dable expresar; en todos los idiomas. Todo: la historia minuciosa del porvenir..el catálogo fiel de la biblioteca, miles y miles de catálogos falsos,…la relación verídica de tu muerte…
Se me ocurre que el cuento podría haber sido algo así:
Existe un modelo del lenguaje (el Modelo de Babel) que ha sido entrenado con todos los libros de la Biblioteca, entre estos libros están los libros que describen nuestra historia adentrándose décadas e incluso siglos en el futuro, la historia real e indefinidas variaciones con algún o muchos hechos falsos. Está la historia que describe cómo y cuándo alcanzamos la AGI (o Inteligencia Artificial General), y lo que pasó después.
El problema con la Biblioteca original es que al ser tan basta, y no haberse encontrado el libro con el catálogo de la biblioteca, la gente pasa su vida vagando por esta sin prácticamente posibilidades de encontrar no ya lo que buscan, sino siquiera algo de valor. Sin embargo, gracias al modelo de Babel solo es necesaria una pregunta para encontrar una respuesta, ya no debemos vagar por los pasillos de la biblioteca. El problema es que por haber sido este modelo entrenado con todos los libros de la Biblioteca, las respuestas pueden contener tanta cantidad de verdad como de mentira.
Ahora las personas que antes buscaban libros por la biblioteca, pasan su tiempo haciendo preguntas al modelo con el deseo de encontrar la verdad. El problema ahora tiene que ver con encontrar la pregunta que te lleve a obtener la verdad, y contar con el suficiente pensamiento crítico para juzgar de manera correcta la respuesta del modelo. El número de preguntas y respuestas que puede aceptar y dar, el modelo, es indefinido, y algunos piensan que infinito. Las personas estudian para aprender a hacer mejores preguntas al modelo y quien sabe si conseguir encontrar la verdad que buscan.
Las personas que usan el modelo, a diferencia de sus antepasados, siempre obtienen respuestas que tienen algún sentido. Sin embargo no está claro si el uso del modelo les acerca a la consecución de la verdad o por el contrario les confiere un falso sentimiento de progreso, de haber avanzado con respecto a los que vagaban por la biblioteca.
En cualquier caso la voluntad es la misma, lo que cambia es que mientras unos pensaban qué libro debían coger de qué estantería en qué hexágono, los otros piensan qué pregunta deben hacer. Y en ambos casos existe un componente de azar en lo que deciden hacer y en el resultado que obtienen. Pero este solo es un fragmento, sacado de un libro que encontré en no recuerdo qué hexágono…